20 septiembre, 2011

Un gran paso adelante

Nos detenemos, en este repaso histórico, en una fase tan determinante de la Historia como es el Neolítico. Surgido en el denominado Creciente Fértil, hoy el convulso Oriente Próximo, nace como respuesta humana a un cambio climático (¿les suena de algo?), que permite acceder a una nueva tecnología.


Aunque parezca raro hablar de tecnología, el pulimentado de la piedra y la cerámica son logros que se pueden igualar al correo electrónico o el teléfono móvil. Después de su invención, nada volverá a ser igual. También como en la actualidad hay quien se niega a dejar sus costumbres, sus prácticas, y no acoge las novedades tecnológicas del momento.


Cinco pueden ser las características propias del Neolítico, aunque cierto es que no en todos los yacimientos se dan al completo, ni a la vez, y que entre estos yacimientos, como decíamos antes, hallamos otros grupos humanos que todavía no han abandonado el Paleolítico, cinco pueden ser las características que definen el Neolítico desde, aproximadamente, hace casi 11.000 años:


1)      La sedentarización, sin duda muy significativa porque supone el agrupamiento de población con intereses comunes, los cuales se proyectan sobre un territorio concreto, y que tienen como centro el poblado.

    Ya dada en grupos natufienses, se generaliza ahora gracias las condiciones agro-ganaderas. Uno de los primeros ejemplos es el de Mureybet (Siria), poblado de edificios yuxtapuestos sin orden, de planta circular inicialmente, con zócalo de piedra sobre el que se levanta el tapial. En otros poblados se ve una organización comunitaria, vista en la construcción de la muralla y la torre defensiva de Jericó.
    A partir del VIII y VII milenio, se desarrollan los poblados con rasgos urbanísticos más complejos y casas de una gran habitación multifuncional.

2)    La agricultura también vendría de grupos mesolíticos que tímidamente la practicarían. La paleobotánica, ciencia auxiliar de la Prehistoria, discute si los cereales o las leguminosas fueron los primeros cultivos. Las 8 plantas-tipo que inician la agricultura: 

ü Trigo escanda y esprilla.
ü Cebada vestida y desnuda.
ü Centeno.
ü Arveja.
ü Guisantes.
ü Garbanzos.
ü Lentejas.
ü Lino.

    Con fechas hacia el 8800 a.C. (10800 BP), en Aswad (Siria), se encuentran los primeros restos de trigo domesticado. Estas primitivas siembras se harían con semillas silvestres, almacenándose en habitaciones-granero, donde podían tener más durabilidad. La tecnología requerida se introduce paulatinamente, siendo muy desigual su aparición según las zonas.

3)    La ganadería es la verdadera novedad neolítica, porque a la domesticación se une la explotación intensiva de los animales. Proveniente de la observación de animales para la caza, inicialmente se limitaría a proteger la fauna de otros depredadores y a cazar selectivamente. Posteriormente se pasa a criar al animal, comenzando así la ganadería como tal.
    Las consecuencias para los animales son biológicas –genéticas y taxonómicas–, de relación con el grupo humano y la consanguinidad –desaparece la selección natural y, por tanto, surgen nuevas razas según las preferencias del ser humano–. Los animales domesticados son:

§    El perro, ya asociado al ser humano en el Natufiense (aproximadamente 12500 BP), proveniente del lobo y el perro salvaje de los Zagros.

§    La cabra, el primer animal propiamente doméstico, hace menos de 10.000 años, partiendo de una especie que habita en montañas del Tauro, Kurdistán, Armenia, el Cáucaso, Irán, Afganistán y hasta Pakistán.

§    La oveja, domesticado desde hace 8.500 años, tiene su origen en el carnero salvaje del sur de Turquía, Armenia y el sureste de los Zagros.

§    El buey, documentado hace 8.000 años, proveniente del antiguo uro, que habitó todo el Próximo Oriente y Europa.

§    El cerdo, también constatado hace 8.000 años, procedente del jabalí.

§    Otros, como el caballo –hace 5.800 años–, el reno, el ciervo o la gacela, vendrán después o no son tan importantes.

4)    La cultura material evoluciona igualmente. Los tres anteriores cambios hacen que se tengan que crear viviendas más sólidas, se invente el pulimentado de la piedra y haya mayor variedad de utillajes, además de crearse la cerámica (desde el 10000 BP) para el almacenaje y la vida doméstica. Al principio, la técnica consiste en pegar tiras de barro cociéndolas luego en el suelo con cenizas calientes. También el vestido, los adornos corporales y la cestería surgen ahora.

5)     Los intercambios. Aunque todavía no puede hablarse de comercio como tal, es una realidad que la sociedad neolítica ya demandaba bienes necesarios, materias primeras e, incluso, objetos suntuarios. Generalmente se acepta la teoría del intercambio reducido, un trueque favorecido por los desplazamientos de grupos o individuos, pero hallazgos arqueológicos de la última década en Anatolia y Siria ponen de relieve auténticas redes de intercambio de materias primas precisas como la obsidiana u otras rocas basálticas, realizadas por vía fluvial o marítima. Otros materiales a intercambiar son:

C  Útiles, en muy reducida proporción.

C  Adornos: colgantes con perlas fabricados en conchas del Mar Negro.

C  Cerámica: no se puede saber si se comercia con ella o con lo que contiene.

    Al hilo de lo anterior, con este nuevo planteamiento de la sociedad surge la conflictividad. El crecimiento demográfico y el cambio climático que se constata hace que los grupos luchen por el control de los recursos disponibles. Además, incluso dentro de los poblados se lucha por el control de las ganancias del incipiente mercado que, como hemos visto, empieza a definir sus rutas. Así, en multitud de yacimientos ha aparecido armamento, lo que nos lleva a una especialización social puesto que los soldados que se van creando necesitan de agricultores para subsistir.

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