10 febrero, 2020

Rasgos comunes del fascismo

Muchas veces nos hacemos un lío. Llamamos fascista a quien es intolerante, y usa la violencia (verbal o física, pero violencia) para imponerse. No nos falta razón, pero ¿qué es el término fascista históricamente hablando? Cambia un poco, o un mucho. Vamos a ver, para asentar conceptos, para hablar con propiedad. 

Cinco son los rasgos que definen a los fascismos, que se deben ESTUDIAR:

   ESTADO TOTALITARIO Y MITO NACIONAL. Cada individuo tiene la conciencia de pertenecer a un todo, a la nación, identificándose plenamente con ella. Esta nación tiene un destino colectivo guiado por el Estado totalitario; quienes no lo asumen son vistos como elementos subversivos. Por ello, no se tolera quien discrepe en cualquier tema social, económica o política.

    El Estado se divide en una serie de grupos que han estado en la sociedad desde siempre: Familia, Municipio y Agrupación profesional, educando a los jóvenes en esos valores mediante agrupaciones juveniles. El resto, como sindicatos, clases sociales o partidos políticos, son antinaturales y, por tanto, atentan contra el propio Estado.
Benito Mussolini.

LÍDER CARISMÁTICO. Es el centro de toda la organización jerárquica. El Duce, el Führer, el Caudillo, el Conducator… unen su destino al de la nación: si él fracasa, la nación fracasará. Es el guía que se sacrifica por liderar a su pueblo. Él no quiere, pero su pueblo lo ha escogido.
    Ahí entra en juego la propaganda. Se tiene que fomentar todo lo que el líder hace, dice y piensa, para que el pueblo sienta cercano a su líder. La comunicación líder-pueblo tiene que ser lo más directa posible. De todo esto se deriva el culto a la personalidad del líder.


    Quien osa discutir, o simplemente pensar de manera diferente a lo que el líder manda, no es un patriota, sino un nuevo enemigo que actúa contra la nación, seguramente vendido al enemigo (comunistas, demócratas...).

TEORÍA DEL ENEMIGO. La nación está en crisis, y hay un culpable, aunque a veces incluso se inventa. El líder es llamado a eliminar a ese culpable porque su deber es sanear el Estado. 
    En ocasiones es una etnia determinada –judíos, gitanos−, en otras son grupos –masones, marxistas, homosexuales... Es todo lo que suena a extranjero, lo que puede atentar contra la sociedad que el fascismo cree pura. En definitiva, lo contrario a lo que ellos entienden por nación.
    Hitler llevó al extremo esta idea con los judíos. Clasifica a las razas en tres grandes grupos: creadoras (la aria), receptoras (todas las demás) y destructoras (judía). La latina, la tuya y la mía, sería una de las razas que se consideraron inferiores.

 FALSO ANTICAPITALISMO. Primero tras una guerra mundial, y en los años '30 por las consecuencias del crack del '29, se rechaza el capitalismo. Valora el trabajo frente al dinero y la especulación (en la Bolsa, por ejemplo). 
    Así es una ideología más atractiva para pequeños burgueses y proletarios, que incluso habían votado antes a partidos marxistas. Por si fuera poco, se atrae a los campesinos idolatrando el trabajo agrícola y ganadero. 

    Con ello, la conciencia obrera se difumina, y los brotes anarquistas que surgen son igualmente absorbidos por el fascismo, al presentarse como un antipartido, antiorganización y anticapitalista.

    Pero una vez llegados al poder, la autarquía –con medidas proteccionistas− y las grandes obras públicas, que fomentan el poder de la nación y del líder, hacen disminuir el paro, con la colaboración de las grandes empresas del país. Por eso es falsamente anticapitalista.

5º EXALTACIÓN DE VALORES MILITARES Y EXPANSIONISTAS. Ya sea en Alemania (Lebensraum), en Italia (Abisinia y los Balcanes) o Japón (China), el Estado fascista busca una manera de mostrar su grandeza que se está recuperando con una idea de la adorada guerra. La guerra purifica, la guerra engrandece la nación.
    Además, la idea militar organiza perfectamente la sociedad, dando a entender que las órdenes del líder no hay que discutirlas, sino simplemente cumplirlas sin pensar. El pueblo no piensa, solo actúa cuando el líder lo manda. Solo tiene una función, que es obedecer ciegamente al líder.


UNA ACTIVIDAD PROPAGANDÍSTICA

Después de estos importantes rasgos, vayamos a la demostración. ¿Cómo se muestra eso? Para ello, vamos a ver un decálogo (+1) de puntos que hizo el Ministro de Propaganda nazi, Joseph Goebbels. 

Goebbels, denominado por Goering como "enano cojo y diabólico", labra su personalidad en su infancia. Fue una infancia difícil, de miseria y burlas constantes, que se unen a su sentido de inferioridad como alemán tras 1919. Al final tienes una actividad.




Los 11 principios de la propaganda según Goebbels son:


a) Principio de simplificación y del enemigo único. Se busca hacer más simple el mensaje, que sea comprendido por todos, lo que hará más sencillo también identificar al enemigo de ese mensaje. 

b) Principio del método de contagio. Si sé quiénes son los enemigos de mis ideas, puedo reunirlos a todos en un mismo grupo aunque sean diferentes (comunistas, cristianos, demócratas...). Así, cuando hable de enemigos, no tendré que especificar a cuáles me refiero. 

c) Principio de la transposición. Los posibles defectos o errores que tengo, y que mis ideas quieren mejorar, no son realmente míos: son provocados por mis enemigos. Así que, si no puedo negar mis errores en las noticias, por lo menos inventaremos otras que distraigan de esos errores. Con ello se hablará menos de mis errores, y más de otras noticias. Es lo que Goebbels resume en: "si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan".

d) Principio de la exageración y desfiguración. Todo lo que se haga en contra de mi idea, aunque sea una tontería, debe ser magnificada, agrandada, para que parezca una amenaza grave a mis seguidores.

e) Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar" dice Goebbels. La masa (la gente) no entiende cosas complicadas, así que hay que repetir una idea sencilla mucho para que cale en la sociedad.


La familia Goebbels, junto a Adolf Hitler.

f) Principio de orquestación. Pocas ideas repetidas incansablemente, aunque sean de diferente manera. Pero siempre girando sobre el mismo tema. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad".

g) Principio de renovación. Si generamos informaciones constantes y argumentos a un ritmo muy alto, el adversario no tendrá tiempo de responder a todas y, cuando lo haga, el público estará ya interesado en otra cosa. Nunca el adversario político puede contrarrestar nuestras informaciones tan rápido como las fabricamos.

h) Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sonda o de informaciones fragmentarias. Ello significa que se expone una idea, la apoyo en estudios y noticias diversas para darle verosimilitud. Si no llega a ser entendido o no llega a calar en la opinión pública, sacaré otro en la misma línea.

i) Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines, es decir, haciendo que noticias verdaderas que me perjudican sean acalladas por otras, más o menos falsas, exageradas en medios de comunicación afines a mis ideas.

j) Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales (hacia algún colectivo). Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas, que conecten fácilmente con la masa con lenguaje sencillo. Esa suma de lenguaje sencillo + mensaje sencillo + valores sencillos que se transmiten (nación, historia de la nación...), llega a la masa más fácil.


k) Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad. Así, todo el mundo se dejará llevar por una idea, y no se saldrá del pensamiento único para no ser diferente.


Ahora, responde a una serie de preguntas, que será tu actividad: ¿Cuál crees que son los tres más importantes y por qué? (razona bastante tu respuesta); ¿Se puede aplicar a la actualidad?

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