09 noviembre, 2020

Ideas de la Revolución Industrial


Una vez vistos los diferentes pasos de la Revolución Industrial, pasemos a sus CONSECUENCIAS. Una de ellas tiene que ver con las ideas que surgen de ella: nos podíamos quedar con los nombres solamente, pero vamos a profundizar, porque recurriremos a ellas, de una u otra manera, todo lo que resta de curso. 

    Ante la abrumadora petición popular, vamos a poner en orden (cronológico) las ideas. El crecimiento experimentado con la industrialización hizo surgir, desde prácticamente finales del siglo XVIII, el llamado MOVIMIENTO OBRERO, que comienzan en tres vertientes muy diferentes y que terminan, como veremos más abajo, en la I Internacional. Primeramente, pasemos a ver las tres primeras:


  • El luddismo, un movimiento iniciado por Ned Ludd, un obrero del textil que al perder su trabajo en una fábrica destruye la máquina que le iba a sustituir. Ello origina una serie de altercados entre finales del siglo XVIII y 1830 de destrucciones de maquinaria, amenazas y desórdenes que obligaron a intervenir al gobierno inglés, y asimismo Francia, Bélgica, Alemania o España tuvieron episodios luddistas. También continuó en el campo, destrozando trilladoras que "quitaban" el trabajo a los campesinos.
  • El cartismo, un movimiento reivindicativo que pide en la «Carta del Pueblo» (1838) el sufragio universal masculino y la participación obrera en el Parlamento Británico. Hasta 1848 tuvo fuerza, pero tras el fracaso de la revolución del '48 en Inglaterra y la represión del Gobierno, los cartistas pasaron a organizarse en el siguiente movimiento.
  • Las Trade Unions son las primeras asociaciones de carácter sindical, y de ahí también surgirán, posteriormente, los partidos de ideología marxista.


    Lo que hay arriba es solo el inicio de una nueva sociedad. Ahora, vamos a ver la evolución de estas ideas, que desembocan en dos de los cinco pilares ideológicos del siglo XIX: MARXISMO y ANARQUISMO, que se suman al liberalismo y nacionalismo (ya vistas en los temas anteriores) y al imperialismo (que veremos en el siguiente).


    Vamos por los inicios. Conforme la Revolución Industrial se desarrolla, desde principios de siglo XIX se dan una serie de personajes con ideas nuevas. La primera en la que repararemos es en la doctrina de ROBERT OWEN (1771−1858), que se basa en la necesidad de que todo ser humano debe formarse en todos los aspectos, para que pensaran y actuaran siempre racionalmente. Para él, el ser humano es bueno por naturaleza, pero se corrompe por unas instituciones perversas. Practica en sus fábricas la llamada 
filantropía patronal, que mejora las condiciones de viviendas e higiene de sus trabajadores, les aumenta el salario, reduce las horas de trabajo... pero todavía se ve en él más un hombre de la Ilustración que en un socialista. 


     Como SOCIALISTAS UTÓPICOS  se cuentan a dos. Por un lado está Saint Simon, que afirma que los más capaces, elegidos democráticamente, deben gobernar a los propietarios y los trabajadores. Es el autor de la famosa frase: 

«Francia puede perder a la Familia Real, ministros, altos funcionarios, el alto clero, los jueces y los 10.000 propietarios más ricos sin menoscabo, pero sería una CATÁSTROFE NACIONAL si pierde 600 cultivadores directos, 200 negociantes, 200 sabios, 250 escritores y artistas, 300 profesionales liberales, 50 banqueros…».

    Por su parte, Charles Fourier propone la formación de los FALANSTERIOS, centros de actividad agrícola e industrial independientes formados por unos 1.600 individuos. También pregona la igualdad entre hombres y mujeres, pero curiosamente no quiere la igualdad de clases ni la democracia como sistema.

Un falansterio, según Fourier.

ACTIVIDADES. Con lo que llevamos dicho, tenemos ya para ir cerrando conceptos. Así, vamos a hacer dos actividades:

       1) Lee las palabras de Saint Simon, y coméntalas, aportando al final tu opinión personal.

       2) Imagina vivir en un falansterio. ¿Cómo sería? Usa para ello cinco-seis líneas. 



     Pero quizá la doctrina política que más influirá en este siglo XIX pero sobre todo en el XX será la que haga KARL MARX (1818−1883). Varias son las obras en las que expone su ideario (El «Manifiesto Comunista» (1848) junto a FRIEDRICH ENGELS, o «El Capital» (1867), entre otras). Veamos, a grandes rasgos, qué dice.

    Primero, hay una serie de fases históricas que han marcado, según Marx, la Historia de la Humanidad, y que se pueden ver en este cuadro, y que hay también que estudiar:


    Para enlazar con el siguiente aspecto, la lucha de clases, veamos qué se dice en el inicio de ese Manifiesto: «La historia de todas las sociedades existentes hasta el presente es la historia de la lucha de clases. Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, en suma, opresores contra oprimidos», y que tras la Revolución Industrial se había convertido en burgueses contra el proletariado, contra los trabajadores, quienes son dueños de los medios de producción contra quienes trabajan en esos medios de producción.

    Para el marxismo, es necesaria la dictadura del proletariado, la clase que ha estado oprimida y que debe acceder al poder para acabar así, desde dentro, con el sistema capitalista. Cuando esta fase se terminase, se pretendía llegar a la siguiente fase, el comunismo, un momento en el que el Estado desaparecerá y el ser humano se regirá por sí mismo, ya sin ninguna diferencia de seres humanos en clases sociales. Así desaparecerían todos los conflictos del ser humano, entre la ciudad y lo rural, entre poseedores de los medios productivos y quienes los trabajan.



    En cuanto al ANARQUISMO, fue otra corriente que tuvo una gran acogida. De hecho, en España fueron focos de esta corriente tanto Cataluña como Andalucía desde finales del siglo XIX hasta la Guerra Civil Española (1936-1939).

    La anarquía, palabra que significa "sin autoridad", define qué quiere decir esta ideología. Para los anarquistas no puede haber ninguna forma de gobierno, ni Estado, ni policía, ni fronteras, ni Iglesia ni propiedad privada. Todo ello ha corrompido al ser humano, y por tanto debe eliminarse, para volver a ser libre. No tiene una idea única común, sino muchas interpretaciones, por lo que va desde el pacifismo hasta la defensa de la violencia como medio para conseguir sus propósitos, atentando así contra reyes, zares y políticos importantes de gran parte de Europa.

    Varios son los autores de referencia con los que cuenta. El francés PROUDHON (18091865) será el guía de esta idea, con controvertidas frases como «la propiedad es un robo» que fueron de gran impacto en la época.

    No obstante, será un aristócrata militar ruso (¡sí, un noble!), MIJAIL BAKUNIN (1814−1876), el pilar anarquista. Forma el ideario anarquista tal y como hemos visto arriba, denunciando el carácter represivo del Estado, su fuerte rechazo a la Iglesia (anticlericalismo es su definición técnica), la supresión del ejército y la necesidad de la revolución campesina.


    Así nacería una nueva sociedad. Se fundarían comunas (pequeñas células autogestionadas –de propiedad colectiva−) que podrían federarse o separarse libremente de otras células similares hasta constituir regiones o naciones, pero manteniendo siempre la posibilidad de abandonar la federación en la que se hubiesen integrado. 

    Más antirreligioso y más violento sería el anarquismo del también ruso PIOTR KROPOTKIN (18421921).

Por último, hay que reseñar que fueron muy activas (violentas) algunas ramas del anarquismo, con acciones en la Semana Trágica de Barcelona, magnicidios o el primer coche bomba de la Historia, el del atentado de Wall Street en 1920, atribuido (aunque nunca probado) a anarquistas italianos exiliados en EE.UU., que tuvo un tremendo impacto como se ve en las imágenes que acompañan.






    Dichos partidos de ideología marxista y anarquista se reúnen en torno a una gran organización, llamada la Asociación Internacional del Trabajo (AIT, o más conocida como I Internacional), fundada en Londres en 1864. Era un foro donde sindicalistas ingleses, sindicatos anarquistas y socialistas franceses buscaban hablar de sus problemas y llevar una línea común. 

    Pero esta Internacional sirvió para que Marx y Bakunin se pelearan por sus diferencias ideológicas (por sus ideas) hasta que cada uno toma caminos separados. La lucha entre marxistas y anarquistas será muy dura, y tendrá muchos episodios por el mundo.

    Enfrentado con Marx en la I Internacional, sus posturas se hicieron tan irreconciliables que los anarquistas abandonaron la organización, intentando forjar otra institución paralela tras el Congreso de Saint−Imier.


    Como hemos dicho en clase, el problema de las condiciones de vida del proletariado no solo fue contestado desde estas ideas. Hay que nombrar, por su repercusión, la encíclica «Rerum novarum» de LEÓN XIII (1891), que tiene los siguientes hitos: 

a) Ve que todo surge del liberalismo, y propone una solución a la que llama «la cuestión social»: la aplicación de la justicia y caridad cristianas

b) Pide a los Estados que socorran a las clases más desfavorecidas.

c) Favorece la asistencia social a los más pobres y la asociación de los trabajadores. Así, se llegarán a formar sindicatos católicos.

    Igualmente, niega la existencia de la lucha de clases, y propugna (propone) la armonía, la convivencia y el diálogo entre patronos y obreros.


Una de las ramas del anarquismo fue violenta. Como actividad, debes buscar al menos tres magnicidios (o intentos) por parte de anarquistas. ¿Que no sabes lo que significa magnicidios? Búscalo también.

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