Aunque parezca raro hablar de tecnología, el pulimentado de la piedra y la cerámica son logros que se pueden igualar al correo electrónico o el teléfono móvil. Después de su invención, nada volverá a ser igual. También como en la actualidad hay quien se niega a dejar sus costumbres, sus prácticas, y no acoge las novedades tecnológicas del momento.
Cinco pueden ser las características propias del Neolítico, aunque cierto es que no en todos los yacimientos se dan al completo, ni a la vez, y que entre estos yacimientos, como decíamos antes, hallamos otros grupos humanos que todavía no han abandonado el Paleolítico, cinco pueden ser las características que definen el Neolítico desde, aproximadamente, hace casi 11.000 años:
1) La sedentarización, sin duda muy significativa porque supone el agrupamiento de población con intereses comunes, los cuales se proyectan sobre un territorio concreto, y que tienen como centro el poblado.
Ya dada en grupos natufienses, se generaliza ahora gracias las condiciones agro-ganaderas. Uno de los primeros ejemplos es el de Mureybet (Siria), poblado de edificios yuxtapuestos sin orden, de planta circular inicialmente, con zócalo de piedra sobre el que se levanta el tapial. En otros poblados se ve una organización comunitaria, vista en la construcción de la muralla y la torre defensiva de Jericó.
A partir del VIII y VII milenio, se desarrollan los poblados con rasgos urbanísticos más complejos y casas de una gran habitación multifuncional.